De todos los detalles, momentos y situaciones que podían surgir en el funeral de Isabel II, el reencuentro del rey Juan Carlos con el resto de miembros de la familia real española era el más esperados. Ayer, durante la recepción de Estado en la que Letizia lució este conjunto de Carolina Herrera, pudimos ver al emérito de nuevo con doña Sofía.
Ahora, en el rito funerario ha salido a la luz la imagen más esperada: Felipe y Letizia junto a los eméritos. Y entre tanta polémica, no ha pasado desapercibido el look de la reina con tocado y el de doña Sofía.
El estricto protocolo y la normativa tan medida al detalle que caracteriza a la casa real británica ha quedado más que reflejada en este funeral que ha dado la vuelta al mundo, que se ha visto en todos los rincones del planeta y que ha generado muchísima expectación.
Un hecho histórico que no ha dejado indiferente a nadie, que ha estado repleto de curiosidades, tradiciones y un exquisito orden que busca (y encuentra) la perfección absoluta. Y entre todo ese protocolo, por supuesto, no ha fallado el de la vestimenta.
El negro fue el único color escogido por los asistentes, a excepción de los uniformes de gala o los religiosos. Las mujeres lucieron vestidos, abrigos o trajes de dos piezas con falda y añadieron todas un tocado: diademas, casquetes o sombreros.
La reina Sofía, a su llegada al funeral. / GTRES
Y, a pesar de la similitud de todos los looks, doña Sofía destacó sobre el resto gracias a su elección. La monarca escogió un conjunto de vestido midi y abrigo en tejido tweed con lazos y que tenía unos pequeños detalles brillantes, probablemente de lúrex con los que no pasó desapercibida.
Un dos piezas de lo más elegante que acompañó de unos salones de tacón medio con detalles acharolados y de un tocado con rejilla. Además, volvió a usar sus joyas favoritas: las perlas. Esta vez, con un collar XL con un colgante con piedra azul y unos pendientes largos que no le habíamos visto.
En su look tampoco faltó un broche que lució en el lazo izquierdo del abrigo, un bolso rígido de asa corta y unos guantes que llevó en la mano. Y sí, una vez más, la reina emérita ha demostrado que sigue siendo una de las mujeres más elegantes y que se atreve con todo, incluso con los brillos.