Las venezolanas Andrea Cárdenas y Gabriela Rodríguez fundaron Olam Med Spa hace seis años en Pembroke Pines, al sur de la Florida y ya facturan sobre el millón y medio de dólares al año. Para estas emprendedoras la siembra es la clave de la multiplicación, no solo en lo financiero, sino en retribuir siempre que puedan para crecer como compañía, como personas y como comunidad.
Hace 15 años Andrea Cárdenas terminaba su carrera de médica y Gabriela Rodríguez de abogada, por una casualidad coincidieron en una reunión y se hicieron amigas. Desde ahí su historia ha estado ligada, se vieron obligadas a emigrar juntas de Venezuela por razones políticas y ahora lideran la industria de la estética con Olam Med Spa, reconocido como el mejor de su clase en Pembroke Pines, en el sur de la Florida.
Antes de consolidar su negocio, que factura sobre el millón y medio de dólares al año, las amigas limpiaron casas, restaurantes, fueron publico pago en televisión, condujeron en aplicaciones de movilidad, vivían en un depósito industrial, se bañaron durante meses en un gimnasio. Todo esto las hizo pensar en su motivo para emigrar y de esa necesidad surgió la idea de emprender.
Gabriela Rodríguez estudió leyes en Venezuela, hizo una maestría y un doctorado en derecho médico y bioética, trabajaba en la administración pública y por diferir de la política del país renunció, emprendió en su país; sin embargo, la situación política hizo estragos en su idea de negocio y cerró su negocio al día siguiente y decidió migrar a Estados Unidos.
“Cuando salí del país tenía la mejor expectativa por mi capacitación como profesional, pero me encontré que no podía ejercer mi carrera porque son sistemas distintos. El primer golpe bajo fue estar sobrecalificada para posiciones básicas de una compañía. Gané una beca para una maestría en administración de negocios que me ayudó a entender el sistema corporativo en EE. UU.”
Andrea Cárdenas es médica cirujana venezolana, especialista en cuidado de la piel, antienvejecimiento y ortomolecular. Viene de padres médicos y aunque tenía un recorrido decidió migrar al no sentirse cómoda en su país buscó explorar nuevos horizontes personales.
“Fueron muchos altos y bajos como la necesidad de dinero y estar sobrecalificadas, yo tenía experiencia en la medicina estética y nació Olam. Conjugamos mi practica en la salud, me certifiqué como nurse practitioner para ejercer, con su experiencia en la administración. Empezamos en un lugar pequeño y desde ha sido imparable, en apenas seis años nos hemos desarrollado como personas, hemos creado un negocio con un equipo de trabajo de primera y fuente de empleo”.
Olam se dedica a los tratamientos médicos estéticos no invasivos para retrasar los signos de envejecimiento en la piel con la última tecnología de sistemas laser, procesos inyectables, de bienestar y salud, conectado con el enfoque comprensivo donde escuchan las necesidades de la persona y complementarlo con esa mirada médica para resultados en belleza interior y exterior.
Su equipo de trabajo está constituido en su mayoría por médicos también extranjeros, desde su director médico hasta las esteticistas especializadas en antienvejecimiento y laser. Cada persona está especializada al máximo rango en su área y en conjunto tienen más de 25 años de experiencia. En últimas, el equipo no hace procedimientos solo por lo estético, sino a través de un análisis comprensivo a grado medico de las necesidades de la piel.
La ventaja del background para sobresalir
La abogada Rodríguez enfatiza en que es un error decir que se empezará desde cero y dejar de lado la experiencia y el conocimiento para dar esa milla extra que traían de Venezuela y sobresalir en el mercado. “Hemos entendido la importancia de invertir en nosotras mismas. En preparación, educación y en lo espiritual, las cosas no llegan de la nada, requiere disciplina y conocimiento puesto en práctica, este país va a un ritmo muy acelerado y es muy fácil quedarse en el día a día, hay que tener el espacio adicional para desarrollarse”.
En una línea similar la médica Cárdenas resalta que normalmente cuando se habla de un centro de medicina estética o un spa los servicios se enfocan al cuidado muy superficial, por lo que su enfoque fue dar una experiencia más comprensiva e incluso educativa de cada paciente. “Yo pasé de ser medica en Venezuela a ser nurse practitioner, comparado con un médico primario en nuestros países, esas certificaciones, más la trayectoria con la que contábamos ha sido de gran ventaja. Hemos sabido alzar nuestra voz en el negocio y en la comunidad donde nos establecimos”.
Su máxima es dar por gracia lo que han recibido, por lo que ese crecimiento lo expanden a sus colaboradores, a impulsar otros negocios, a apoyar a la comunidad con obras sociales y estar al servicio de quienes las rodean en su iglesia local donde prestan servicios educativos y otras ayudas.
Sus consejos para emprender con éxito
Las emprendedoras subrayan que sus consejos incluyen: invertir en uno mismo, la constancia, que no basta con los estudios si no se ponen en práctica, la confianza, transformar el miedo en una oportunidad, la adrenalina como motor para empezar, relacionarse con personas que lo impulsen, que sean el referente para pintar un norte de donde llegar y cómo seguir las mejores prácticas, y dar ese salto de fe, dejar de lado la idea de que se necesita estar 100 % preparado para tomar acción y hacerlo así sean pequeños pasos, como, leer un libro, un tutorial, una certificación, etc.
Sobre los desafíos, revelan que uno de los más grandes fue desaprender para aplicar nuevos conocimientos, a pesar de tener mucha influencia latina en el sur de la Florida adaptarse al sistema del país, el idioma, trabajar el ego y el camino para arriesgarse a hacer cosas diferentes. Eso sí, recalcan que tener que volver a certificarse en habilidades no hay que verlo como algo negativo, sino como una oportunidad de mejorar.
¿Qué viene para Olam?
La compañía ha crecido a grandes pasos en poco tiempo. Las emprendedoras trabajan por robustecer la marca y hay planes en el largo plazo de expandirse; sin embargo, lo harán cuando sientan que nuevas locaciones tendrán el mismo nivel de calidez en todo sentido que la sede actual. Actualmente tienen un producto aprobado por la FDA a grado médico que les ha abierto nuevos planes a futuro, y cuentan que desde la pandemia han trabajado en asimilar el crecimiento.
“No vimos el cierre por pandemia como algo malo, sino como un espacio para revisarnos, para los cambios necesarios y al abrir no hacerlo desde el desespero, sino desde la confianza de tener el mejor equipo y sobresalir en el mercado. Tuvimos un crecimiento exponencial del 400 % comparado los últimos años, ha sido un salto financiero retador y trabajamos bajo el lema de: nunca pares, nunca te conformes hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente”, finaliza Rodríguez.
Conozca más de su historia en https://olammedspa.com y en Instagram como @olammedspa