Recibir tratamiento para la apnea obstructiva del sueño puede salvar su vida y ayudarle a sentirse mejor todos los días.
¿Qué es la apnea obstructiva del sueño?
La palabra griega «apnea» significa «sin aliento». Una apnea se define como una pausa en la respiración de al menos 10 segundos. La apnea obstructiva del sueño, también llamada AOS hace que deje de respirar mientras duerme durante varios segundos, hasta muchas veces por hora.
Las personas diagnosticadas con AOS tienen al menos cinco pausas respiratorias por hora y pueden tener muchas más. Durante estas pausas respiratorias, el cerebro, el corazón, los riñones y otros órganos esenciales no reciben suficiente oxígeno y el dióxido de carbono puede acumularse en su cuerpo. Cuando el cerebro se da cuenta que no hay suficiente oxígeno y demasiado dióxido de carbono en el cuerpo, envía una señal para respirar. Se despierta lo suficientemente como para respirar unas cuantas veces, pero no lo suficiente para recordarlo a la mañana siguiente. Este ciclo se repite muchas veces cada noche, haciendo que se sienta cansado o agotado por la mañana.
Cuando tiene AOS, la apnea es causada por una obstrucción o bloqueo. Por lo general, la obstrucción es causada por los músculos de la lengua, el paladar blando o partes de la garganta que se relajan demasiado durante el sueño y bloquean las vías respiratorias. Una forma menos común de apnea del sueño, llamada apnea central del sueño, ocurre cuando el área del cerebro que controla la respiración no envía las señales correctas a los músculos que le ayudan a respirar.
Si tiene AOS, la persona que duerme con usted puede notar que ronca fuerte, resopla o hace un sonido de ahogo cuando vuelve a respirar después de una pausa respiratoria. Estos síntomas pueden ocurrir con menos frecuencia o pasar desapercibidos en mujeres con AOS. Otros síntomas incluyen:
Más somnolencia durante el día de lo habitual
Despertar con la garganta seca o dolor de cabeza
Despertarse con frecuencia durante la noche
Dificultad para concentrarse o cambios de humor durante el día
Hable con su médico si tiene síntomas de apnea del sueño. El diagnóstico de un trastorno del sueño como la AOS requiere un estudio del sueño realizado en un laboratorio del sueño o en casa. El diagnóstico determinará si su AOS es leve, moderada o grave, en función del número promedio de veces que deja de respirar cada hora mientras duerme.
Recibir tratamiento para la AOS es clave porque la AOS no solo afecta al sueño, sino que aumenta el riesgo de problemas de salud graves e incluso la muerte. La AOS puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral, diabetes tipo 2, glaucoma y algunos tipos de cáncer, además de otras afecciones graves de salud. Los cambios en el estilo de vida, como perder peso, beber menos alcohol, dejar de fumar y usar dispositivos que le ayuden a dormir en una posición determinada, pueden ayudar a mejorar la AOS, pero no hacerla desparecer por completo. Tomar ciertos medicamentos, como sedantes o somníferos, que reducen o disminuyen la respiración, también puede contribuir a la AOS. Hable con su médico antes de dejar o empezar a tomar cualquier medicamento.
Los tratamientos de la AOS pueden funcionar bien para controlar la AOS, pero no todos los tratamientos son adecuados para todas las personas. Algunos tratamientos funcionan mejor para personas con AOS leve, mientras que otros son mejores para personas con AOS más grave. A veces es necesario probar un tratamiento específico antes de probar un tratamiento diferente. Algunos tratamientos implican cirugía para corregir una vía respiratoria estrecha o una parte específica de la vía respiratoria que puede colapsar durante el sueño. Cualquier tipo de cirugía tiene riesgos, así que hable con su médico sobre todas sus opciones antes de tomar una decisión.