Que las tendencias de finales de los 90 y principios de los 2000 han vuelto es una realidad. Que Billie Eilish ha sido la que mejor ha sabido reinterpretarlas y llevarlas a su estilo personal, también. Durante los premios Grammy 2022, la cantante demostró una vez más por qué es una de las artistas más identificables del momento, siempre fiel a unos códigos, pero adaptados al dress code de cada alfombra roja. Si, por ejemplo, en la Gala del Met del año pasado fue capaz de emular a Marilyn Monroe sin perder ni pizca de su propia esencia, en una cita como los Grammy, en la que la cultura pop está tan presente, su inspiración –al menos en materia de peinados–, bien podrían haber sido las Spice Girls. O, al menos, la spice gótica que nunca existió.
Embarcada en una nueva era capilar, con ese rotundo tinte negro que ha lucido en sus últimas apariciones públicas, la cantante volvió a demostrar su versatilidad sobre la alfombra roja con un sobrio estilismo de Rick Owens acompañado de unas minimalistas gafas de sol XS (de nuevo, ese componente noventero). Pero la clave de todo el look para una inequívoca mirada al pasado fue su peinado: una coleta que perfectamente podrían haber llevado sporty spice o baby spice en los años 90, si se hubiesen pasado al lado oscuro de la tendencia.