Lavarse el pelo bien para que quede limpio y no se ensucie con facilidad requiere tiempo (y mimo). Y así, solo así, se consigue que el pelo quede limpio, bonito y sano y que no haga falta lavarlo todos los días. De hecho, son muchos los peluqueros que insisten en que no se puede hacer un buen peinado sin un buen lavado de pelo. Y el problema es que la mayoría de los mortales dedicamos una media de 2 minutos a este proceso cuando, en realidad, debería llevarnos entre 7 y 10 hacerlo bien. Así nos lo confirma el estilista José Sánchez, director creativo del recién estrenado salón Oramai, donde han desarrollado un protocolo de lavado con aceites esenciales y ritual de masaje que puede llegar a durar hasta 20 minutos.
Este es el tiempo en segundos que tienes que dejar actuar el champú en función del estado de tu melena
“Con los lavados de 2 minutos, que son los que solemos hacer, no se limpia bien el cabello, no se llega bien a ciertas zonas y el pelo termina ensuciándose antes. Un buen lavado debe durar entre 7 y 10 minutos, así no es necesario lavarlo todos los días”, apunta el experto, que insiste en la necesidad de hacer dos champunadas y rematar siempre con un tratamiento hidratante en medios y puntas. “Es el tiempo que se tarda en aplicar dos veces el champú, masajear correctamente y dejar actuar la hidratación”, apunta. Y dado que tanto Sánchez como su compañera Verónica Rubio, son expertos en protocolos de lavado, he aquí un resumen de otros trucos a tener en cuenta para lavarse el pelo bien. Muy bien.
La presión correcta
Al masajear el cabello hay que hacer la presión justa. Algo que no suele pasar porque, tal y como nos explica el experto, solemos ir muy rápido y lo hacemos de forma descontrolada. “Hay que hacer movimientos en forma de masaje con la yema de los dedos, sin rascar, ya que las uñas son las enemigas del cuero cabelludo”, apuntan los estilistas de Oramai. Si se tiene alguna alteración del cuero cabelludo, como exceso de grasa o descamación, “con un exceso de presión se potenciarán esos problemas”, explican. “La presión correcta es la que nos da placer. Normalmente eso nos la va a responder nuestro propio cuero cabelludo: no todo el mundo tiene la misma tolerancia a la presión”.
Emulsionar antes
De poco sirve aplicar el champú directamente en el pelo e intentar hacer espuma sin emulsionar antes. José Sánchez nos confirma que hay que emulsionar el champú en el cuero cabelludo con agua antes de masajear. Y sobre todo, no caer en el error de frotar.
La temperatura del agua
En el punto medio está la virtud y en cuanto a la temperatura que tiene que tener el agua ocurre exactamente eso. “Es mejor que esté entre templada y fría. El agua caliente nos abre las cutículas y nos deja el pelo más opaco y encrespado. El tan famoso ultimo acabado con agua fría nos ayuda a dejar el pelo con más brillo y activamos la microcirculación que ya hemos estimulado con el masaje”, concluye Sánchez.
1 comentario
Muyyy buen artículo. Me encantó 😉