BOGUE
La elegancia femenina y el rol de cada prenda como expresión de la personalidad de una mujer empoderada es algo que, bien entendido, se convierte en una gran virtud para un diseñador, y el paraguayo Carlos Burró la tiene. Respetado y en constante demanda por sus colecciones bridal y las propuestas de evening wear, Burró recién lanzó su nueva colección prêt-à-porter, mientras inauguraba su atelier y espacio cultural bajo su marca homónima, en la ciudad de Asunción.
En el universo creativo del diseñador Carlos Burró está impregnado el oficio de la costura en cada detalle. Él tiene el raro privilegio de dominar el perfecto patronaje y las siluetas favorecedoras, además de ser un maestro de los volúmenes y las texturas, que suelen ser la clave de la elegancia contemporánea. A eso puede agregársele algo distintivo y poco común: el conocer cuál es la justa medida en el flow de una pieza, para no hacerla víctima del exceso.
¿Quién es el diseñador Carlos Burró?
Cuando estamos frente a un joven profesional de la moda, exitoso como creativo y con un modelo de negocio viable en nuestra región, vale la pena que repasemos cómo ha sido su formación. Carlos Burró fue de su natal Asunción a Milán, para estudiar en el Instituto Marangoni. A esa experiencia le siguió otra etapa formativa en arte, en Australia. Esas fueron sus principales herramientas académicas. El resto — y lo más importante— fue observar y aprender de cada paso. La alta costura fue el primer territorio en el que dejó su marca y ahí conoció y vistió a celebridades e influencers que amplificaron su nombre. A estas alturas, la marca es también un referente en el prêt-à-porter, con construcciones descomplicadas que, lo reiteramos, dejan el protagonismo a la feminidad con una visión inclusiva, que no deja de lado ningún peldaño en el tallaje.
Como modelo de negocio, ahí está su nuevo atelier y centro cultural, desde donde, además del espacio creativo, se desarrollan las estrategias y el trabajo para acceder a proveedores viables. Por otro lado, no puede pasarse por alto que los proyectos de Carlos Burró son de esos que hacen plausible la trazabilidad sobre bases honestas y realistas, no de mero greenwashing publicitario para complacer a terceros. Quienes lo duden deben revisar el trabajo con tejidos naturales, la preocupación del diseñador por aplicar las prácticas justas y su respeto por la auténtica labor artesanal.
Las tendencias y el ADN de una marca
La moda tiene muchas aristas: el lado pragmático de la pura indumentaria, la industria que genera empleos y da de comer a mucha gente, el elemento de empoderamiento psicológico, el ser un medio de expresión de movimientos sociales y posturas políticas… y el gran arte. Quienes agrupan elementos de cada una de las facetas son los diseñadores más sólidos, que no siguen tendencias, sino instintos y una poderosa necesidad de expresión. Carlos Burró está en ese grupo.
Él comenzó y jamás ha abandonado la alta costura, con la exquisitez y meticulosidad de sus creaciones desde las que enuncia conceptos, delinea perfiles y envía mensajes para quienes tengan la capacidad de captarlos. Con su prêt-à-porter, entra al universo práctico de la indumentaria, pero con un alto nivel de elaboración y signos estéticos atemporales. Y en todos los casos, es un generador de empleos y un activador de la industria, aún en los peores momentos.
También es válido mencionar que en la visión del diseñador está previsto que la vida útil de esos trajes trascienda un día de ceremonial. Cuando se miran los trajes de novia de Burró, uno puede imaginarse la infinidad de posibilidades que brindan para reusarse un día, con una mirada diferente. De eso se trata tener sentido común y alcance de futuro, o como algunos le llaman ahora, upcycling.
Para el final reservamos un elemento destacado en el ADN de la marca y el hombre tras el nombre Carlos Burró: su nobleza y la apuesta a futuro, cada vez que entrega su tiempo y hace de sus eventos una plataforma para los jóvenes emprendedores y estudiantes. Un ejemplo son sus colaboraciones es con la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay (UPAP). También está el hecho de que es un orgulloso paraguayo, que presta su talento, oficio y recursos para que la gente conozca todo lo que puede brindar su país y, más que eso, esta región de la que todas, todos y todes somos parte. Esa es la tendencia que mejor le define: Carlos Burró es un artífice del lujo, que no le teme a ser solidario.